¿Por qué construir un ámbito de estudio en investigación cualitativa?

     San Juan de la cruz afirmaba que “no se puede señalar un camino seguro y cierto para ir hacia un lugar que todavía se desconoce”.  Esta sentencia me parece apropiada para referirme a la desazón que sienten algunos estudiantes de postgrado cuando deben iniciar su trabajo de grado. Aunque muchos de ellos han recibido las herramientas necesarias (no por ello suficientes), durante su formación académica y, aún mostrando cierta proclividad por algún problema o fenómeno en su área disciplinar, no saben cómo abordarlo mediante una investigación.

     En ese sentido, lo primero que debe tener claro el estudiante es que toda investigación busca algo desconocido; en caso contrario, no habrá un genuino aporte al conocimiento y sólo se incrementará la investigación de lo obvio (Mendoza Suárez, 2011).  Es así como el problema más relevante e intrigante para el investigador, es aquel que él mismo identifica. Siendo así, todo esquema, método, técnica e instrumento de investigación impuesto desde afuera y sobre todo a priori, resulta aberrante. 

     Por otra parte, es necesario que el novel investigador perciba, a través de sus procesos metacognitivos, que la realidad no siempre es medible, cuantificable y replicable.  Por tanto, resulta ilógico estudiar variables en forma aislada, definiéndolas primero para luego encontrarlas en el desarrollo del estudio. Es evidente entonces, la necesidad de comprender primero o, en todo caso, al mismo tiempo el conjunto de relaciones en el cual las variables o propiedades se encuentran enclavadas y del cual reciben su propio sentido.

     Cuando el investigador acaricia la idea de la existencia de una realidad humana más allá de lo cuantificable y replicable, a través de los medios tradicionalmente aprehendidos; si además confirma que una operacionalización de variables es improcedente en la medida que éstas se abstraen del contexto en donde se encuentran imbricadas; si finalmente advierte que el conocimiento científico al que ha estado expuesto es fabricado y no descubierto (escuela constructivista), su preocupación pasará de una simple producción de conocimiento a una inquietud por las implicaciones sociales de esa generación de conocimiento.

     En efecto, el proceso de construcción del conocimiento supone una interacción, no sólo entre la comunidad académica, sino entre los agentes sociales que interactúan con ésta. De esta forma, los trabajos de investigación se han ido orientando, paulatinamente, hacia la ciencia como actividad; como una acción transformadora del mundo que desplaza lo meramente explicativo, predictivo o comprensivo (Bentz y Shapiro, 1998).  En este marco de reflexiones, surgen los enfoques alternativos cuyo diseño trata de describir y comprender las estructuras y sistemas dinámicos que dan razón de los eventos observados, toda vez que las observaciones son construcciones humanas.

     El punto básico, en este sentido, está centrado en la comprensión de los actos de las personas dentro del marco de referencia de ellas mismas, en el ámbito de su práctica concreta, de su cotidianidad.  El sentido y el significado preciso lo tienen las acciones humanas, las cuales requieren, para su interpretación, ubicarlas en su contexto específico. Hoy más que nunca, se busca el significado de las acciones o eventos atendiendo al amplio contexto de la sociedad (Martínez, 2009).

     Habrá notado el lector, el énfasis que le he dado al término “contexto” y su proximidad semántica con el vocablo “ámbito”.  Este último es explicado por Schutz (citado en Cipriano, 1991) como “el mundo de la vida” para hacer referencia a su amplitud y diversidad.  Las principales investigaciones de este autor giran en torno al actor social, al ámbito en el cual éste se relaciona con otros actores.  No obstante, Schutz sugiere una diferenciación entre el actor social y el observador científico, quien al final, también es otro actor; sólo que no conoce del mismo modo que el primero.

     En ese sentido, el actor describe lo que percibe y el observador, por su parte, además de describir lo observado, procede a interpretar el contenido de su observación.  De esta forma, le imprime significados a la acción o al comportamiento del actor.  Las interpretaciones permiten acceder, cognoscitivamente, a los demás y a nosotros mismos.

     Si tal como lo ha planteado Schutz, el mundo de la vida es el ámbito contextual donde los actores sociales desarrollan sus proyectos de vida, interrelacionándose con los demás, resulta imposible abstraerlos del mismo en cualquier trabajo de investigación, pues el contexto es parte de la situación real natural. 

     Todo lo expuesto a lo largo del presente texto, justifica el porqué construir un ámbito de estudio al iniciar una investigación bajo el enfoque cualitativo.  El ámbito de estudio ha de estar sustentado, según Mendoza Suárez (2012), en la triangulación cualitativa de los testimonios iniciales de los actores sociales, con los aportes de quienes escriben y con el capital cultural de quien investiga.  

     Para finalizar, me parece conveniente aclararle al joven investigador que en este tipo de investigación el actor deja de serlo, al momento que inicia el trabajo de interpretar el modo en que el otro ha desarrollado sus actos en la vida cotidiana y en la medida que pueda influir para promover la transformación de las prácticas del aquí y el ahora.

REFERENCIAS

Bentz, V. y Shapiro, J. (1998) Mindful inquiry in social research. Londres: Sage.

Cipriano, B. (1991) Acción Social y el Mundo de la Vida. Estudios de Alfred Schutz y Max Weber. Pamplona: Ediciones Universidad de Navarra

Martínez, M. (2009) Ciencia y Arte en la Metodología Cualitativa. México: Editorial Trillas.

Mendoza Suárez, N. (2011) Formulación y Ejecución de Proyectos de Investigación. Coordinación de Cursos no Conducentes a Grado Académico. UPEL- IPB.

Mendoza Suárez, N. (2012) Esquema Básico del Proyecto de Investigación Cualitativa. Módulo: Formulación y Ejecución de Proyectos de Investigación. Coordinación de Cursos no conducentes a Grado Académico. UPEL- IPB.

 
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